domingo, 26 de abril de 2020

LUCHA

Lucha que a la vida has llegado, ya qué más da, no se puede devolver, por más que se quiera o se desee. Abres los ojos y ya hay una batalla, una realidad que te golpea y te lleva a la esquina del ring; nadie nos puede enseñar cómo debemos, defender y atacar. Es más, casi nunca nos defendemos menos atacamos pues es nuestro destino se nos ha dicho. 
Somos seres de sueños, ilusiones y anhelos y esas son las fuerzas para la lucha, las ganas de ser, de vivir en libertad, de reír o de llorar por que queremos y no porque nos toca. Se atan las manos para que tu golpiza sea más certera, para que te acostumbres a ella y la ames, y, cuando te desaten no ataques sino que des las gracias, pagues el diezmo y aguantes hambre. La naturaleza es una constante lucha por ser, somos la naturaleza que piensa, qué podemos y qué queremos ser, pero cuando se pierde la conciencia ya hasta la vida nos abandona. Luchar es la característica de ser, permanecer en sí, la esperanza emana de nuestra piel, la fuerza de nuestro corazón y la batalla no se puede perder sin antes haber luchado. la lucha es la realización no importa el resultado.

18:09-26042020

quinCHE

viernes, 24 de abril de 2020

14:50-24042020

Eran mañanas diferentes pero a la vez algo siempre asfixiantes, un café servido sin calor y sin color, emanaba humo de sí, como apagándose. Sorbos de desaciertos que se amontonan en un cajón sin ordenar, más lleno de anhelos sin realizar que de recuerdos sin olvidar; unos simples pensamientos divagantes vienen a invadir los discursos que se sobre ponen al sentimiento más simple, menos puro, sin colores. Aclara la mañana con su sol sin destellos, las estrellas se ocultan, con qué asombra el instinto del entendimiento sediento de un saber oculto y perdido. Cada sonrisa se vuelve mordisco, de dentadura corroída con una herida llena de sal para evitar el desamor. Pregunta una vez la elocuencia sin lógica y buscando a la vez coherencia y adherencia por una existencia menos lava, más aroma, más suspiro, menos retiro. Sueltan los sueños mis manos húmedas de lagrimas sin duelo y sin consuelo, ellas reposan el cansancio sobre un pañuelo de tierra. Una vez quise tener para siempre, ahora solo no basta el quiero para siempre tener más que un recuerdo o un lamento, un silencio o un grito, nada en verdad de cierto más que los huesos. Llega la tarde y su humo latente pierde frente a lo melancólico y alegórico de la subsistencia de sus substancia casi que fantasmal al límite de lo sepulcral y deprimente. Se me pregunta por motivaciones cuando son himnos de enfermos sin cura, de pasiones absurdas y de delirios como razones del hacer. Cae la noche un sueño sin cumplir una vida por sucumbir los gritos ya comieron su eco, el herido vuelve a aplicar sal, sin no después lamer su dedo sucio y sin forma. Cae la noche cubre la sangre, se lleva el cansancio de la pesada angustia, con o sin fundamento, la náusea se reduce la sensación a la piel más que al corazón. Dormir un modo de existir, un existir a modo de dormir, pues qué pasión puede valer cuando señala la ley un error de proceder sin excusa y sin momento de quietud. Dormir como un modo de morir, y aquella bella ilusión de la felicidad en una sonrisa de un cuadro sin acabar de pintar, las tintas agitadas ya agotadas están...

quinCHE...

14:50-24042020