La muerte viene de mil colores y la vida se destiñe entre su evasión.
un día la sangre corre y otro día fluye
ya las venas no son tan necesarias como las alarmas
la serpiente anda con hambre pero no se arrastra
y el desierto se vuelve ameno sin un cielo ajeno
un ruiseñor en silencio los oídos en pausa
predice la llegada del cuervo un rayo sin destello
la vía sin ser transitada se desgasta en su olvido
el afán sin ser requisito se vuelve centro
nada queda todo sale y nada vale.
quinCHE.
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