En mi cabeza como una idea que no se puede eliminar ni eludir, en mi respirar como pareciendo el movimiento que me permite estar, sin mucho desear, en mi corazón como la fuerza o debilidad misma -no lo sé muy bien- para su vivir, en mis venas como el ímpetu que pretende mi fluir, en ese líquido vital llamado sangre, quiero ser a la vez tu sangre, tu sangre en mi alma como aquello que le sustenta en lo insustentable de la vida misma, alegre y triste, falsa y real, en una perfecta combinación y armonía inentendible al ser simple humano. En mi cabeza como la idea que me permite un casi sonreír entre las lágrimas, cada vez más secas, recorriendo el mismo camino curtido por su rodar. En mi respirar como la honda agonía y el insondable pavor del existir sin muchas razones o sentidos. En mi corazón como una medicina que evita mi salvación. En mis venas cortadas por la ráfaga del viento que se lleva de paso las más bellas ilusiones inalcanzables e inabarcables, casi inimaginables. Sangre que necesariamente fluye sin más por motivo de su esencia, de su modo de ser sí o sí. Escapar, no sé a dónde. Seguir aquí, no sé por qué. A veces no saber angustia más que el casi saber. No lo dudes, tu sangre vive en mí.
12102023-10:08
Quinche