martes, 22 de agosto de 2023

21062023

 Silencio rotundo abarca el fluir de mis venas, aunque mi sangre coagulada en un frío que en su temblar deteriora el respirar. Un bosque en el que los árboles se agitan sin viento alguno. Un desierto que en sus dudas esconde los secretos e incertidumbres de un latir que busca su sentido sin perder su fuerza, aunque débil, fuerza al fin. Un mar en el que su oleaje destruye mil barcas que trae la esperanza como su más preciado tesoro, aunque también pesado a la vez. Una noche que destruye la tristeza con su luz de estrellas inexistentes que en su gran soledad alcanzan su máximo existir. Velar por un sueño que pretende soportar el tedio y el hastío del tiempo que no se detiene y que transforma todo en un recuerdo y así la vida en reminiscencias. Nihilistas soñadores aferrados a la vida y su insoportable peso a pesar de su aprecio. Sonrientes frente al borne de abismo, que a la vez me mira con angustia aunque despectiva en su apariencia, perecedera en su ser -algo que tranquiliza- pues existiría un fin. Algunos ojos que miran sin ver y sumergen mi libertad en un determinismo fatuo que limita mi sonreír, cuando existe su posibilidad. Un compendio de incógnitas que llevan mi pensar a un divagar que en su velocidad estalla neuronas como ejemplos de supernovas en mi ser. Luvia, sigue cayendo, que las flores requieren de ti. 

21062023

Quinche

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